Pienso. Pienso que la vida puede ser tormentosa a veces, pero maravillosa también. Y sonrío. Sonrío como lo hace un niño, con la misma inocencia. Y Sueño. Sueño con colores que inundan el cielo, sueño que me coges la mano y la aprietas fuerte. Y siento. Siento que te tengo cerca, que me llenas de vida, como lo hace el nacimiento del río que recorre bravío la montaña hasta llegar a la llanura y va dejando a su paso el verde del campo y los colores de la Primavera. Y aprendo. Aprendo de tus pasos, aprendo de tus gestos, aprendo de tí. Y quiero. Quiero que no me dejes, quiero que te quedes cerca, para seguir disfrutando de tu presencia y de tus ojos color café. Nunca pensé que unos ojos pudiesen ser mi aprendiz, la ventana a la verdad; a la experiencia que sólo da el tiempo.
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